De repente, una ola de fuego: pecho, cuello, cara. Como si alguien subiera la calefacción desde dentro. Los sofocos son uno de los síntomas más conocidos —y más molestos— de la menopausia.
¿Qué ayuda? (de verdad)
Aquí,soluciones que ayudan a regular, enfriar y darte tregua.